Sin TEAK hubiera seguido viviendo una vida de complacencia, sin siquiera haber alcanzado mi máximo potencial. Ahora soy un estudiante de primer año en Williams College y todavía descubro de lo que soy capaz. Tengo que agradecer a TEAK por eso.

Un miembro de TEAK está motivado. Se compromete a aprender porque lo disfruta y sabe que lo beneficiará en el futuro.

Solía ​​creer que era producto de esperanzas que se convirtieron en fracaso, pero aprendí que era producto de sueños que solo necesitaban ver una luz diferente. Y esa luz era TEAK.

Antes de venir a TEAK, nunca supe a dónde podría conducir el trabajo duro. Después de dos años intensos, ahora soy estudiante en la Academia Concord y veo cómo la determinación vale la pena.

"He aprendido no solo cómo soñar, sino que soy digno de esos sueños.

Todas las personas que vienen a TEAK son impresionantes. Son dedicados, trabajadores y salen haciendo cosas increíbles.